sábado, 12 de marzo de 2011

Consumos culturales: lecturas de verano

El verano pasó, y con él algunas lecturas sajonas a las que tuve el agrado de acceder en su idioma original. Sin su permiso tomamos prestado el método Copacabana para realizar una humilde sentencia luego de una breve reseña de cada una. Aquí van, de más a menos recomendadas:

Atonement / Expiación (2001) – Ian McEwan
It wasn’t only wickedness and scheming that made people unhappy, it was confusion and misunderstandig; above all, it was the failure to grasp the simple truth that other people are as real as you. Declarada por muchos como la gran novela de Ian McEwan, a esta obra no se le puede pedir más: con personajes complejos, descripciones de escenarios y situaciones que generan expectativa, una trama simple pero relatada desde distintas perspectivas, revelaciones filosóficas, metalenguaje, un toque épico y una pluma a la que no le sobra ni le falta nada de un autor con oficio, Atonement se consagra como una joyita de la literatura anglosajona contemporánea.
Obra maestra, cualquier lector aficionado no puede dejar de conocer a Briony Tallis, su imaginación, reflexiones y expiación.


Ham on Rye / La senda del perdedor (1982) - Charles Bukowski
I was just a 50-cent turd floating around in the green ocean of life. Con esta novela que roza lo autobiográfico Bukowski exhibe un estilo que bien podría compararse con el protagonista de la obra, Henry Chinaski: repleto de rabia y a su vez de poesía. Dueño de una mórbida sensibilidad, Chinaski es capaz de desatar el desprecio y la admiración, no sólo del resto de los personajes sino también del propio lector.  La narración en primera persona de la vida de este joven en Los Angeles durante la gran depresión logra esquivar todos los clises al retratar con crudeza la época.
Imprescindible, leer con un vaso de vodka al lado, o alguna bebida que honre al autor.


Falconer (1977) – John Cheever
Farragut was a drug addict and felt that the consciousness of the opium eater was much broader, more vast and representative of the human condition than the consciousness of someone who had never experienced addiction. Un hombre y su pasado en una cárcel. Y una prosa admirable, de las que narran solas, sin necesidad de acción pero con mucho para contar: reflexiones de un profesor adicto al opio en las que la cotidianeidad del encierro se mezcla con recuerdos de penas y placeres absurdos de la libertad.
Imprescindible para apreciar la capacidad de expresión de este gran autor.


Invisible (2009) – Paul Auster
Playing the system in order to beat the system. A fine little twist of hypocrisy, I supose, but everyone has to put food on the table, everyone needs a roof over his head.
La literatura de Paul Auster suele confundirse con películas clase B, con frases trilladas y personajes con determinaciones irreales; pero si dejamos de lado estos factores y nos dejamos llevar por la historia de Adam Walker, Invisible se vuelve adictiva. La novela nos sitúa en los primeros años de estudio universitario del protagonista, quien con su incertidumbre, idealismo y moralismo extremos, así como su afán por el saber, debe lidiar con una serie de situaciones que incluyen un asesinato, una relación incestuosa y la venganza. Con un poco de buena fe, al sumergirnos en el mundo que crea Auster podemos cambiar de canal y, en vez de una película clase B, sentir que estamos viendo una de Woody Allen.
Vale la pena para leer algo atrapante sin demasiadas pretensiones.


God Jr (2005) - Denis Cooper
Since he’s a bear and I’m a guy who can’t take care of people when I’m stoned, we make a run for the Entrance. I save my progress and quit. It says Jim’s saved game. Cuando su hijo muere, Jim decide convertir uno de sus dibujos en un monumento en el jardín de su casa. Pero durante su iniciativa descubrirá que en realidad la obra no era creación del adolescente sino una muy mala copia de un escenario de un juego de Nintendo. Esto lo lleva a sumergirse en el videojuego y, con ayuda de estupefacientes, entrar en el mundo por donde antes había pasado su hijo. A partir de conversaciones trastornadas con osos, plantas y otros personajes bizarros se acercará un poco más al joven difunto que hasta entonces había sido un misterio para él. Si bien a veces se excede en lo post moderno –no hay personaje que no represente algún hito de la actualidad- y el delirio tiende a volverse agobiante, Cooper cumple en presentar una premisa original y llevarla adelante con pensamientos políticamente incorrectos.
Vale la pena para aproximarse a la cultura pop adolescente desde una perspectiva un tanto cínica.


1984 (1949) – George Orwell
Stupidity was as necessary as intelligence, and as difficult to attain. Orwell logra crear un mundo y una lógica consistente para explicar cada detalle de su creación. Si bien no puede dudarse de la relevancia de la novela como pionera y fuente de inspiración de distintas obras escritas y cinematográficas, 1984 no es mucho más de lo que uno ya oyó hablar.
Vale la pena si durante tu carrera de Comunicación Social, cientos de profesores apocalípticos la han citado y no podés dejar de sentir culpa por no haberla leído aun.


Heart-Shaped Box / El traje del muerto (2007) – Joe Hill
The world was always turning and only a healthy mind could block out the sickening whirl of it. Judas Coyne, un rockero retirado que más de uno asociará con Brett Michaels, decide comprar un fantasma por E-Bay. Lo que no sabe es que el fantasma es el padrastro de su difunta ex novia, que se dedicará a acecharlo e impedir que disfrute de su jubilación rockera. El libro es entretenido como tantos otros Best Sellers, pero logra distinguirse por su trama absurda y las distintas referencias al mundo del rock. Sin embargo, por momentos se hace muy predecible y parece tomarse demasiado en serio.  
Vale la pena sólo para cortar un poco de los clásicos y los grandes autores y darle vacaciones a la mente sin tener que recurrir a Grey's Anatomy.


Dracula (1897) – Bram Stroker
Every breath exhaled by that monster seemed to have clung to the place and intensified its loathsomeness. Si esperan que esta novela esté a la altura de Frankestein, como un gran clásico que ha trascendido su época, van a sentir una gran decepción. Una narración que se ahoga en romanticismo pomposo y un maniqueísmo absoluto personalizado en personajes irreales que encandilan con su inteligencia, coraje y belleza enfrentados a una bestia detestable en todas sus formas atentan contra el disfrute de la obra.
Regular, antes de leer el libro mejor ir a verla a Broadway.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Conocidos y Desconocidos

Conocidos desconocidos

Flor se dirigía hacia el banco para hacer un trámite de la oficina cuando, en una mueblería, vio un rostro conocido. Se estampó contra la vidriera del local y pegó el gritito que siempre hace cuando se encuentra a algún comprovinciano cordobés. Acto seguido, entró a la mueblería y corrió a abrazar a la mujer que estaba por pagar. Antes de que ella pudiera reaccionar se le tiró encima con su efusividad cordobesa: "¡Hooooooolaaaa! Cómo estás tanto tiempo siempre me acuerdo de vos de ese día que hablamos en el campo qué linda que estás mucho más flaca con mi mamá siempre hablamos de vos le pregunto cómo estás qué casualidad encontrarte por acá te dejo un beso enorme queestoyreapurada". La señora sonrió: "Qué lindo verte, mandale muchos saludos a tu mamá".

Camino al banco Flor llamó a su mamá para contarle: "¡No sabés con quién me encontré! ¡Con tu amiga! No me acuerdo el nombre, tu amiga con la que estuvimos en el campo" "¿Qué amiga Flor?" "Esa que se parece a la política que tampoco me sale el nombre, está mucho más flaca, súper linda" "Ahhh, sí, sí, ¡pero no puede ser! La vi hoy a ella, está acá en Córdoba" "¿¿¿Cómo??? ¡Si la acabo de saludar!"

A la vuelta del banco Flor volvió a la mueblería y le preguntó al señor que atendía quién era aquella mujer. "¿Cómo? ¿No la conocías? Era Lilita Carrió".

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Desconocidos conocidos

Dos señoras mayores muy paquetas se encontraban de viaje en Nueva York. Estaban por subir a su habitación en el ascensor del hotel cuando un hombre lo detuvo y entró junto a ellas. Era muy alto, negro, con dos perros dobermans casi tan imponentes como él. Las señoras lo observaron con cierto temor mientras las puertas del ascensor se cerraban.

"Sit!" le dijo el hombre a sus perros. No terminó de pronunciar el monosílabo que las dos señoras se sentaron en el suelo del ascensor.

(...)

Días más tarde, las señoras concluían su viaje y se disponían a pagar su estadía.
- "No deben nada" -dijo el conserje.
- "Pero si todavía no abonamos..."
- "Ya se, pero Michael Jordan se rió tanto con ustedes dos que quiso pagarles el alojamiento".

Gracias Flor y Kiko por las anécdotas.
Gracias Anecdotario Colectivo por "prestarme" el estilo de narración (muy difícil de igualar, por cierto).

domingo, 25 de julio de 2010

Buenos Aires, la ciudad que habla

A veces caminar por Buenos Aires puede ser una larga conversación.  Entre semáforos, ollín, cartoneros, oficinistas apurados, mascotas y avisos publicitarios podemos leer entre líneas una serie de signos que se cruzan en nuestro camino. Algunos días susurran verdades, otros nos trasmiten la nostalgia de lo que fue aquella ciudad donde vivieron nuestros abuelos. Y muchas veces se nos imponen, como metáforas imposibles de dejar pasar.

Los puestos de diarios se despliegan por las veredas. Antiguamente suponían tener una justificación estética: vistos desde arriba pretendían simular un gran diario envuelto en un tubito, compuesto por un collage de diarios y revistas. Hoy parecen una consecuencia más de la producción social del hábitat, como una lógica que se perpetúa y pide a gritos que alguien escuche.

Mc Donalds y Burguer King nos saludan cada cierta cantidad de cuadras. Colores fuertes nos atraen desde afuera, pero nos repelen una vez que pasamos demasiado tiempo adentro. La dinámica del fast food consigue derribar las largas sobremesas argentinas.

La gente se junta a conversar en los cafés porteños. El cortado no es más que la excusa para ese reencuentro, esa charla distendida que se extiende una hora y media o dos. Hasta las grandes multinacionales debieron adaptarse al concepto argentino del cafecito: por eso, a diferencia de otras ciudades, nos ofrecen un amplio espacio para que podamos extender el encuentro más allá de lo que dure el consumo. Los vasos de cartón "to go" que llevan nuestro nombre de pila, por lo general no cumplen otra función que la de recordarnos que estamos tomando un "café cool". 

Kioscos por doquier, ventanitas que nos ofrecen un mundo más dulce. Aunque cada vez son más los "Open 25" que nos iluminan con su sponsor brillante y menos los tolditos que resguardan al kiosquero vecino que vende desde su hogar.

Graffitis y stencils decoran algunas paredes. Pintadas de amores, fútbol, rock y política. Alguna vez escuché decir que "si los medios son de los grandes oligopolios, las paredes son del pueblo". Tal vez lo leí en un graffiti.

Y así habla Buenos Aires, la ciudad de los signos. Claro que los signos son ambiguos, y parte de su encanto es la libre interpretación de los significados...

sábado, 5 de junio de 2010

Una invitación y un poco de politiquería

Hoy mera primeridad hace un paréntesis de sus secciones habituales, para invitarlos a Oxímora

Por el momento no es más que el comienzo de un proyecto sin rumbo claro (tal vez las autoras se identifican con él ya que todas somos futuras comunicólogas sin rumbo claro). Pero ha dado lugar a nuevos debates y fuentes de inspiración que esperamos rindan frutos... así como la posibilidad de rendirle un pequeño homenaje a nuestra figura retórica preferida: el oxímoron.

En principio, mi primera colaboración me permitió darme el lujo de escribir un poco sobre politiquería, algo cuya "línea editorial" de mera primeridad me impide.

sábado, 17 de abril de 2010

Responsabilidad Social Ciudadana: caridad, solidaridad, paridad

Podríamos decir que hay tres niveles en los que uno puede apuntar a ser socialmente responsable:

1) La caridad, o el modelo asistencialista: eficaz en el corto plazo pero completamente insostenible en el tiempo. Intenta solucionar problemas graves de la manera más rápida posible, "tira un salvavidas". En el mundo en que vivimos sin duda es necesario un aporte caritativo para paliar ciertas urgencias, pero solemos abusar de este modelo.

La inequidad entre beneficiario y benefactor es marcada, y no hace más que perpetuar las relaciones de poder: el pobre seguirá siendo pobre y no podrá salir adelante sin la ayuda del rico... que nunca es suficiente.

Algunos piensan que es el único camino, otros no conocen otra manera de ayudar. Lo cierto es que es un nivel que, como sociedad, debemos ir dejando atrás de a poco para poder pasar a soluciones sustentables.

2) La solidaridad, o el modelo de empoderamiento: ofrecer oportunidades para que las personas en condiciones de pobreza salgan adelante por sus propios medios. Sigue el viejo lema "Dale un pez a un hombre y comerá un día; enséñale a pescar y comerá siempre". Es una opción mucho más sostenible a largo plazo, ya que permite que los destinatarios de las acciones solidarias cuenten con herramientas propias para encontrar una solución a su problema.  

Por suerte cada vez son más las organizaciones que apuntan a este modelo, por supuesto mucho más complejo a la hora de planificar y ejecutar, y que requiere de una inversión mayor pero que a la larga vale la pena.

Sin embargo, solemos quedarnos en este nivel como si fuera el techo de las acciones posibles, cuando en realidad hay un límite marcado: "empoderar" implica que hay una persona que "da poder" y otra que "recibe poder". Muchas veces mediante este modelo nos olvidamos de que quienes dan también reciben y viceversa.

3) La paridad, o el modelo horizontal: como dice Paulo Freire "quien enseña aprende al enseñar, y quien aprende enseña al aprender". Es necesario un ida y vuelta entre quienes en el primer modelo llamábamos "beneficiario y benefactor" (obviamente esta caracterización no tiene sentido si hablamos desde la paridad, ya que ambos están dando y recibiendo a la vez). Para eso ambas partes deben plantearse desde un principio como socias o pares.

Es muy difícil de llegar aquí, y requiere cierta preparación por parte de la sociedad. Pero sin dudas es el modelo más enriquecedor para todas las partes, que al fin y al cabo terminan siendo una sola. Llegar a este nivel no es algo que se logra de un día para el otro, pero aspirar a que nuestras acciones se encaminen hacia él ya es un paso.

viernes, 26 de marzo de 2010

Fab 5: Momentos Beatles

- La cara de Paul cuando canta Let it be.
- La puesta en escena de Octopus Garden en LOVE.
- El reencuentro del que salió Real Love y Free as a Bird, 15 años después de la muerte de John quisieron hacernos un regalo.
- La explicación que dio Paul cuando le preguntaron por qué había dicho públicamente que consumió LSD.
- El día que nació Dhani Harrison y permitió perpetuar a su padre al menos en cuerpo.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Semiótica improvisada: Mr. Músculo

Vemos a un hombre en su baño, angustiado porque se ha terminado el jabón de la canastita que va pegada al interior del inodoro. Frente al desafío de tener que cambiarla, el muy inútil llama a su mujer, experta para este tipo de tareas. Ella llega más rapido que una ambulancia. Vestida con un traje de astronauta se dispone a llevar a cabo el difícil emprendimiento, cuando de pronto aparece ¡Mr Músculo! para solucionar rápidamente el problema.

Según Roland Barthes toda publicidad es un mensaje que consta de dos niveles o submensajes. El primero es el nivel de la denotación, consiste en la literalidad, es el plano del contenido: la mujer salvando a su marido de aquella abominable tarea. El segundo es un mensaje de connotación, y su significado es siempre el mismo para todas las publicidades: la excelencia del producto anunciado. Mr Músculo saca todas las manchas.

Así, vemos que el segundo mensaje connota al primero. El primer mensaje no era más que el significante del segundo.

Entonces, ¿por qué no nos ahorraban las patéticas actuaciones reduciendo la publicidad a "Compre Mr Músculo"? Podríamos decir que este mensaje publicitario necesitaba que la mujer desarrollara un argumento de persuasión: "sabemos lo difícil que son ciertas tareas domésticas para vos también...". Pero de acuerdo a Barthes, lo que en realidad está haciendo el primer mensaje es naturalizar el segundo, prestarle su inocencia.  Reemplaza la invitación trivial (compre) por el espectáculo de un mundo donde es natural comprar.

La mujer se naturaliza como ama de casa, como la única que tiene la capacidad de lidiar con este tipo de tareas. La publicidad aquí hace un guiño a sus receptoras, poseedoras de un saber práctico: "Sabemos que tu marido es un desastre para estas cosas, ¡menos mal que estás vos para resolver esto!".

Si tomamos el rasgo esencial del fetichismo de la mercancía de Karl Marx, podemos ver cómo se percibe en este mensaje publicitario a la mujer ama de casa como si estuviera unida a un valor propio, dotada de una esencia de verdad. A través de simplificaciones burdas se esconden redes de relaciones de género más complejas.

Por suerte enseguida llega ¡MR Músculo! Nada menos que un hombre para solucionar el problema de la pobre ama de casa... sin dudas el lenguaje publicitario sabe de sutilezas.

domingo, 21 de marzo de 2010

Faces & Places: El Loco

La primera vez que oí hablar del Loco fue en el 97, año en que comenzó mi pasión por el fútbol. Newell's Old Boys jugaba contra Vélez Sarfield, la hinchada leprosa ovacionaba al técnico rival y yo -con mis 12 años y mi incipiente fanatismo rojinegro- intentaba comprender quién era ese curioso personaje que lloraba de emoción frente al gran recibimiento. "Algún día volveré" dijo ese día.

Y así conocí a Marcelo Bielsa. Comencé a leer sobre sus excentricidades, sus logros, los campeonatos que conseguimos gracias a él, la final de la Libertadores, la vuelta en la Bombonera, el famoso "¡Newell's carajo!". Su sinceridad, su nobleza, su humildad. Y supo conquistarme.

En el 98, después de haber dado la vuelta con Vélez, reemplazó a Passarella como Director Técnico de la Selección argentina. Llevó al equipo a ser, según el veredicto del mundo, el mejor del planeta. Capturó la clasificación mundialista antes que nadie. Realizó un papel destacadísimo en las Eliminatorias sudamericanas. Paseó su fútbol por toda Europa y rescató muy buenos resultados.

Pero la actuación del Mundial 2002 dio vuelta el panqueque. Bielsa apeló a las mismas armas utilizadas antes de la Copa, pero esta vez no pudo vencer. Y pasó de dios a diablo en segundos.

Después de conquistar la medalla olímpica en el 2004 decidió alejarse del mundo exitista del fútbol para recluirse en su campo de Entre Ríos.

Sin embargo, en el 2007 el fútbol decidió darle una segunda oportunidad. O mejor dicho, Bielsa decidió dársela al fútbol. Volvió a dirigir el seleccionado, esta vez el chileno, y conquistó un histórico segundo puesto en las Eliminatorias.

Mientras, ayudó a su querido Newell's Old Boys a salir de 14 años de "dictadura" alegando que tenía "una obligación moral y de afecto hacia una institución a la que quiero, a la que le debo todo, de la que soy hincha".

Hoy, a menos de tres meses del mundial, le deseo lo mejor al Loco. Le agradezco profundamente tantas alegrías, pero sobre todo tantas enseñanzas. Y espero que eventualmente cumpla su promesa y vuelva al estadio que hoy lleva su nombre.

viernes, 19 de marzo de 2010

Semiótica Improvisada: Graffiti y Fútbol

Hoy en día no resulta extraño que muchos hinchas tomen al fútbol no sólo como un juego, sino también como “un sentimiento, una pasión”: es que cada club les permite a sus miembros sentirse identificados con una entidad. Los graffiti de contenido futbolero son unos de los manifiestos de este sentimiento de pertenencia. El libro de Leila Gándara “Graffiti” realiza un interesante análisis semiológico al respecto.

El texto permite ver cómo para el graffiti con temática futbolera el espacio a abarcar tiene una importancia fundamental. Por ejemplo: “COPA TODO” (relacionado con una serie de enunciados como “ATLANTA COPA” y “ATLANTA COPA TODOS LADOS”), recurre a un procedimiento de connotación al esmerarse en cubrir toda la superficie de pared disponible. En este caso el autor del graffiti no sólo quiso mostrar que “Atlanta copa todo” a través de sus propias palabras, sino que también lo hizo indirectamente proporcionando la evidencia.

Con frecuencia podemos ver en las paredes barriales “guerras” de graffiti, que se manifiesta en, por ejemplo, el agregado de la palabra “NO” (Racing NO aguanta) o "de la B" (Huracán capo DE LA B).  Este importante valor que cobra la apropiación de las paredes puede concebirse como una metáfora de la disputa del espacio en la cancha. El graffiti permite plasmar la rivalidad en términos de apropiación del territorio del otro.

Otro aspecto a destacar de la marcación territorial de este tipo de graffiti, es el desafío de llegar más allá: la búsqueda metafórica de la victoria lleva al graffiti futbolero a montañas, árboles, rocas y los lugares más inesperados.

Por último, es interesante señalar algunos tipos de recursos de composición de graffiti futbolero, ya que en ciertos casos hasta podrían considerarse poéticos. Gándara toma como ejemplo la simetría de construcciones como "BOCA CAPO", donde se juega con dos sílabas con distribución simétrica de las vocales, o "CHACA COPA TODO", donde se puede observar la progresión aao - aoo, o "ATLANTA AGUANTA" o "CHACA MANDA" donde se recurre al armonismo (aliteración de una vocal). Otra posibilidad de connotación asociada al material fónico es la rima: San Lorenzo es como el vino, un sentimiento argentino.

Fab 5: Clásicos para leer en vacaciones

Con tiempo y ganas, vale la pena:

- El nombre de la rosa, Umberto Eco.
- Cien años de Soledad, Gabriel García Marquez.
- La Fiesta del Chivo, Mario Vargas Llosa.
- Cumbres Borrascosas, Emily Brontë.
- Crimen y Castigo, Fyodor Dostoyevsky.