domingo, 21 de marzo de 2010

Faces & Places: El Loco

La primera vez que oí hablar del Loco fue en el 97, año en que comenzó mi pasión por el fútbol. Newell's Old Boys jugaba contra Vélez Sarfield, la hinchada leprosa ovacionaba al técnico rival y yo -con mis 12 años y mi incipiente fanatismo rojinegro- intentaba comprender quién era ese curioso personaje que lloraba de emoción frente al gran recibimiento. "Algún día volveré" dijo ese día.

Y así conocí a Marcelo Bielsa. Comencé a leer sobre sus excentricidades, sus logros, los campeonatos que conseguimos gracias a él, la final de la Libertadores, la vuelta en la Bombonera, el famoso "¡Newell's carajo!". Su sinceridad, su nobleza, su humildad. Y supo conquistarme.

En el 98, después de haber dado la vuelta con Vélez, reemplazó a Passarella como Director Técnico de la Selección argentina. Llevó al equipo a ser, según el veredicto del mundo, el mejor del planeta. Capturó la clasificación mundialista antes que nadie. Realizó un papel destacadísimo en las Eliminatorias sudamericanas. Paseó su fútbol por toda Europa y rescató muy buenos resultados.

Pero la actuación del Mundial 2002 dio vuelta el panqueque. Bielsa apeló a las mismas armas utilizadas antes de la Copa, pero esta vez no pudo vencer. Y pasó de dios a diablo en segundos.

Después de conquistar la medalla olímpica en el 2004 decidió alejarse del mundo exitista del fútbol para recluirse en su campo de Entre Ríos.

Sin embargo, en el 2007 el fútbol decidió darle una segunda oportunidad. O mejor dicho, Bielsa decidió dársela al fútbol. Volvió a dirigir el seleccionado, esta vez el chileno, y conquistó un histórico segundo puesto en las Eliminatorias.

Mientras, ayudó a su querido Newell's Old Boys a salir de 14 años de "dictadura" alegando que tenía "una obligación moral y de afecto hacia una institución a la que quiero, a la que le debo todo, de la que soy hincha".

Hoy, a menos de tres meses del mundial, le deseo lo mejor al Loco. Le agradezco profundamente tantas alegrías, pero sobre todo tantas enseñanzas. Y espero que eventualmente cumpla su promesa y vuelva al estadio que hoy lleva su nombre.

4 comentarios:

Joaquín Bilbao dijo...

Marcelo Bielsa es un grande de verdad. Sus logros en Newell's, Vélez y ahora con la Selección Chilena, son indiscutibles.

El problema, claro, es en la consideración hacia su performance con la Selección Argentina. ¿Vale la pena clasificar primeros al mundial si después no pasamos de la primera ronda?

La decepción que sufrí en el Mundial 2002 todavía no se disipó del todo. Es una de mis mayores tristezas futbolísticas.

Pero bueno, Bielsa no es sólo aquella decepción. Resalto su actualidad en Chile y valoro sus logros pasados.

Ojalá le vaya bien en Sudáfrica. Si el trabajo y el esfuerzo tienen algún mérito, Bielsa lo tiene más que merecido.

Muy buen post.

stephanie-* dijo...

El mundial 2002 es la prueba de que no por hacer las cosas bien nos va a ir bien. El fútbol es así...

Anónimo dijo...

hola steph, muy buen blog

efectivamente, bielsa es uno de los mejores tecnicos a mi entender, sin embargo se fue perfeccionando con el correr del tiempo, no es el mismo "loco" el que dirije a la seleccion chilena hoy, que aquel que dirijio a la nuestra hace algunos años. hoy en día noto que es un técnico mucho más completo, que le da al jugador la posibilidad de mostrar su "rebeldía", cosa que no hacía en la seleccion argentina abusando por momentos de la táctica, lo que hace que se pierda la esencia del futbol.
sin embargo esta claro que aquella seleccion de bielsa quedo eliminada del mundial por mala suerte pura y exclusivamente.

saludos

juan

stephanie-* dijo...

De acuerdo Juan!

Creo que Bielsa ha sabido aprender de su experiencia y ha ganado flexibilidad, que no es poca cosa.

Gracias por el aporte!