viernes, 26 de febrero de 2010

Responsabilidad Social Ciudadana: Cultura de voluntariado

No creo que en Argentina tengamos de por sí una cultura poco solidaria. Más allá del típico pesimismo, día a día podemos ver numerosas acciones solidarias que nos rodean. Lo que en mi opinión falta, es encausar esa solidaridad, hacerla parte de algo más grande, de un esfuerzo en conjunto, de un compromiso constante. Falta enmarcarla en una estrategia. Ser parte de una organización sin fines de lucro permite que optimicemos nuestros recursos y voluntades. O en el léxico "ONG" que nuestro granito de arena no se vuele, sino que se sume a muchos más. Para ello creo que es necesario reforzar la cultura del voluntariado desde los distintos sectores de la sociedad.


- Desde los colegios: involucrar a los chicos desde pequeños en tareas voluntarias ayuda a fomentar una cultura del voluntariado a nivel macro. En estos casos es importante que los alumnos tengan la oportunidad de realizar un voluntariado no sólo de tipo "asistencialista" (como juntar comida o ropa para después dársela a los beneficiarios) sino también del tipo "empoderador" (como enseñarle a un grupo de personas a armar o reparar su propia ropa).

- Desde las universidades: una de las quejas de muchos alumnos es la falta de práctica en las universidades. Esta situación se puede revertir dándole la posibilidad a los estudiantes de realizar prácticas profesionales no rentadas en distintas organizaciones.

- Desde las empresas: los países que tienen una fuerte cultura del voluntariado aprecian cualquier tipo de actividad voluntaria en los Currículum Vitae de candidatos a obtener un puesto, muchos inclusive la exigen. Asimismo, ya hemos hablado sobre cómo fomentar la cultura del voluntariado en la misma empresa con sus empleados también puede ser muy beneficioso.

- Desde cada uno de nosotros: hay momentos de nuestra vida en que tenemos más tiempo que de costumbre, como cuando comenzamos la facultad (en el caso de que no estemos trabajando), cuando la terminamos, cuando nos jubilamos, o cuando tenemos un momento de estabilidad. Aprovechar esos tiempos con un fin social depende de nosotros. Más allá del altruismo, debemos tener en cuenta que realizar un voluntariado nos abre muchas puertas: nos puede dar experiencia profesional, contactos, know how en una materia específica, nuevos amigos, o un simple descanso mental.

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