viernes, 26 de febrero de 2010

Faces & Places: Carlitos

A Carlitos lo conocimos en Mendoza, un día que fuimos a volar en parapente. Nos subió con su camioneta del ejército por el camino sinuoso-rocoso-resbaloso de una montaña. Fueron aproximadamente 45 minutos que ayudaron a levantar la adrenalina previa al vuelo. La altura iba aumentando, las curvas mareaban, pero Carlitos sabía lo que estaba haciendo. Parecía tener el camino estudiado de memoria. Una vez arriba ayudó a los instructores a preparar el equipo y nos dio un par de indicaciones previas al despegue: "corré hastá que no estés más sobre la tierra, después no te sientes hasta que te avise tu instructor".

El vuelo en paraparente merece un post aparte. Sólo puedo decir que los movimientos que generaba el viento fueron mucho más benignos que la subida en la camioneta de Carlitos. No quiero imaginar lo que habrá sido la bajada.

Una vez aterrizados nos volvimos a encontrar con él. Mientras esperábamos a que descendiera el resto de los parapentes nos contó que hace 18 años que trabajaba en el mismo lugar. Su tarea era subir en su camioneta hasta la cima del cerro a todos los turistas que, como nosotros, querían volar un rato. Una vez que bajaba se ocupaba de levantar tierra con un cartoncito para que los instructores tuvieran una referencia de dónde aterrizar.

"Aprovecha mucho para volar, ¿no?" No. Carlitos no volaba. En 18 años nunca se había subido a un parapente. Mientras cebaba un mate nos contó que una vez, entre todos los instructores lo forzaron a subirse. Que él pataleó, pegó, mordió... pero entre todos lo ataron junto a uno de los instructores para que se tire. No lo lograron: Estaban por hacer el salto y la cara completamente verde de Carlitos los hizo echarse atrás.

Lo irónico es que, el sinuoso-rocoso-resbaloso camino en camioneta hacia la cima de la montaña era igual o más riesgoso que el vuelo. A Carlitos no le importaba la lógica ni las estadísticas. Él no se subía al parapente, era una persona de tierra.

2 comentarios:

Joaquín Bilbao dijo...

Un grosso Carlitos...

Ceci Segovia dijo...

Muy buena descripcion Tef! se puede escribir un libro sobre la gente que uno conoce viajando! muy buen post!